diumenge, de febrer 14, 2010

No estic sol amb els meus arguments

Avui mentre repassava la Vanguardia d'avui diumenge, he trobat un article d'en Joaquim Muns. Poso un tros de l'article, que va amb clara consonància del tema especul·latiu de l'euro que vaig parlar en el passat post. Crec que el to que fa servir en Muns és molt semblant al meu (guardant les distàncies, no vull ser tan agosarat).

Hablar de un ataque al euro es otro expediente populista. Los mercados financieros actúan con activos denominados en diversas monedas (dólar, libra esterlina, euro, etcétera). Según los problemas y perspectivas de los países emisores de estas monedas, los inversores se mueven de unos activos a otros. Cuando han aflorado los problemas de varios países de la zona euro, los que tenían valores en euros, especialmente bonos de los países afectados, los han vendido. La cantidad mencionada de 8.000 millones de euros en un día es muy pequeña y equivale a menos del 1% del valor diario de las transacciones del mercado de euros, pero suficiente para empujar la moneda comunitaria a la baja.
Llamar complot o incluso especulación a la venta de algo por miedo a que pierda valor es una tontería. Además, el mejor favor que se puede hacer a la zona euro es empujar su sobrevalorada moneda, el euro, a la baja. Ello supone ganar competitividad en el momento exacto en el que los países de la zona, y entre ellos España, la necesitan para exportar más y salir, así, de la crisis. Si esto es fruto de un complot, bienvenido sea este complot. Y si los especuladores nos ayudan a exportar más en esta coyuntura tan crucial, bienvenidos sean los llamados especuladores.